Con Antón Castro
*Fragmento de la ilustración para el suplemento cultural Artes&Letras
Hoy le he llevado a Antón el dibujo que ilustrará la portada del suplemento Artes&Letras, del periódico Heraldo. A pesar de lo liado que anda organizando los Encuentros Literarios de Albarracín que comienzan mañana nos ha dado tiempo para tomar un café y ha visto algunos de mis dibujos en blanco y negro. Hemos hablado de familias y de libros y de proyectos, pero sobre todo he disfrutado con su extraordinaria calidez humana, de inmediato uno se siente amigo de él. Me he leído buena parte de sus libros, y siempre me había atraído su lado legendario, sus personajes oscuros y fantásticos que van apareciendo aquí y allí, o que protagonizan algunos relatos como en los Seres Imposibles. Antón es gallego. Y algunos tenemos la teoría de que antiguamente las Galicias de Hispania incluían Aragón, o dicho de otro modo, Aragón era también tierra de galos. Prueba de ello son los territorios conocidos como la Galliguera y el río Gallicum o Galligo o Gallego, además de los muchos topónimos con raíz relacionada con Lug (Lucena, Luceni, Luco...), uno de ellos muy extendido por muchos pueblos, pero no reconocido como topónimo, al tener una traducción al castellano: lugar. Una prueba documental de la identificación de Aragón como Gallicia es la cita de las antiguas crónicas (Códice Calixtino "Historia Karoli Magni et Rotholandi", en la página de Javier Mendivil) según la cual Carlomagno, tras una aparición de Santiago, viajó a Galicia ("...tú irás a Galicia con un gran ejército..."); sin embargo, a donde en realidad se dirigió fue a Zaragoza. Eso por no hablar de palabras en los dos idiomas idénticas para cosas ya desaparecidas, como la cadiera o cadeira. Y seguro que nos entendemos al hablar de bruxas. Y si se quiere más: símbolos solares (la hexafolia), petroglifos, peirones, árboles mágicos... Santiago en Zaragoza, en definitiva. Todo lo anterior me sirve para argumentar que entre el gallego Antón y el aragonés Chema hay un nexo primigenio y una herencia cultural que nos facilita las entendederas. Gracias, Antón, por tus leyendas.
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