Imagen verbal versus horca

En un comentario publicado en este blog, el poeta Fernando Sarría -a quien tanto le agradezco sus (precisos y preciosos) comentarios-, utilizó una imagen verbal: estar subido a un árbol y ver el horizonte en silencio... Cuando el alma está reposada, uno piensa en felices pájaros posados en ramas de chopos, acunados por la brisa y acolchados por la tenue luz carmín del atardecer. Pájaros que trinan despidiéndose del día, aunque la realidad es que buscan pareja y/o marcan auditivamente el territorio antes de que llegue la amenaza de la noche, y con ella, los depredadores fantasmales: lechuzas/babiecas, zorros/raposos, culebras/sirpiens...
También el pobre tipo de mi dibujo contempla el horizonte en silencio subido a un árbol, al lado del grajo. Lo hice directamente con la tableta gráfica, así que no he podido romper el papel.
Si una imagen vale más que mil palabras (que tengo mis dudas), lo que sí es cierto es que una sola imagen verbal puede revolucionar la imaginación con miles de representaciones posibles.
11 comentarios
M.M -
M.M (imaginando mil posibles sonrisas macabras)
Chema -
M.M -
No sé cual es más desolador, si el de la jaula o el del árbol...y no te sugiero verte de otra manera por lo que pueda pasar...(¿sonriente?)
yeyo -
Un saludo y gracias por compartir estas "maravillas"
Fernando Sarria -
Chema -
Esther -
Chema -
Un abrazo
pasapues -
Luisa -
Lo que más me gusta es que vayas teniendo ganas de contar con tus dibujos y pinturas. Un beso.
Fernando -
sólo espero el alba,
han cruzado muchas sombras ya mi vida
y el sonido inconfundible del autillo
dejará paso al silvestre encuentro del ruiseñor.
Espero que la sombra del árbol no sea tan alargada que no te deje ver el nuevo día...un abrazo