Gracias, Yeyo, por supuesto que alegra la solidaridad y la comunicación.
Fernando, ¿qué decirte a tí? ¿qué añadir a las palabras de quien ha recorrido caminos tanto o más áridos que éste? El poema es una dádiva impagable, un homenaje sentido y una canción para seguir andando con nuevo ánimo. Gracias.
Fernando Sarria -
Chema, aunque no conocí a tu madre, conozco bien la sensación de la ausencia, sin mayores pretensiones y pensando en ti, te he escrito este poema..un abrazo
Se olvidó la noche del amor de la tierra,
de ese grueso de razones que nos unen
con hilos invisibles y raíces profundas.
El viento gimió su voz de susurro
y un silencio vestido de luna
voló hacía el infinito mundo de los astros...
En tu inmenso vacio,
sólo queda el dolor del adiós,
pero hay una siempreviva,
naciendo cada día,
que trae en su regazo
el agradable aroma del recuerdo
yeyo -
Sin palabras...La ilustración y los sentimientos me han encantado. Espero también haberte alegrado con estas palabras, sinceras...
Chema -
Gracias, Fernando, Luisa, Magda: me regaláis vuestras palabras, a cuál más bella y más cierta, pero quizá no imagináis la impresionante magia curativa que brota de ellas. Un abrazo para vosotros, amig@s y chamanes verdader@s.
Magda -
La flor y la tierra conforman y forman una unidad indisoluble, son parte de un universo infinito, y en esta infinitud nada fallece, solo cambia, pero siempre se tienen una a la otra...
Un abrazo muy grande
Luisa -
La mirada, el aroma, la luz, la lluvia... todo aquello que la tierra guarda como un roce en la mejilla ... se queda para siempre. Un beso, Chema.
Fernando Sarria -
Este tipo de flores no mueren nunca porque siempre viven en los corazones y en los recuerdos de aquellos que las amaron. Un fuerte abrazo
7 comentarios
Chema -
Fernando, ¿qué decirte a tí? ¿qué añadir a las palabras de quien ha recorrido caminos tanto o más áridos que éste? El poema es una dádiva impagable, un homenaje sentido y una canción para seguir andando con nuevo ánimo. Gracias.
Fernando Sarria -
Se olvidó la noche del amor de la tierra,
de ese grueso de razones que nos unen
con hilos invisibles y raíces profundas.
El viento gimió su voz de susurro
y un silencio vestido de luna
voló hacía el infinito mundo de los astros...
En tu inmenso vacio,
sólo queda el dolor del adiós,
pero hay una siempreviva,
naciendo cada día,
que trae en su regazo
el agradable aroma del recuerdo
yeyo -
Chema -
Magda -
Un abrazo muy grande
Luisa -
Un beso, Chema.
Fernando Sarria -